LIFE IS LIKE A KUDU HORN

Margaret Jacobsohn, periodista convertida en investigadora, cambió la vida de la ciudad por un remoto asentamiento de Ovahimba al borde de la guerra de liberación de Namibia. Lo que experimentó sacudió su visión del mundo y cambió la forma en que pensaba sobre las personas y la naturaleza, y destacó nuestra deficiencia moderna en inteligencia ecológica.
Atraída por la calidez y la riqueza de la vida de la comunidad rural, y deleitándose con la vasta "geología gloriosa y desprovista de Namibia, un país que lleva su esqueleto en el exterior", Margaret se convirtió en namibiana. Durante los últimos 30 años, ha sido parte de un equipo que fue pionero en una forma africana de hacer conservación de la fauna salvaje, un enfoque que se consideró lunático en los años 80, pero que hoy en día es general y un éxito demostrable. Este trabajo ha ganado algunos de los premios ambientales más importantes del mundo.
Su historia es a la vez seria y divertida: los conflictos y contratiempos, los triunfos y los avances, y lo que se necesita para romper paradigmas mientras se trabaja en lugares remotos e inaccesibles, incluida la participación (a regañadientes) en una compañía de safaris galardonada.
Margaret, apasionada por la acción basada en la comunidad, ve que los desafíos del trabajo de conservación en comunidades pequeñas difieren solo en la escala y el contenido de los desafíos internacionales a los que nos enfrentamos hoy en día, ya sea la corrupción política, la contaminación plástica de nuestros océanos o la creciente brecha entre los super ricos y los pobres. Todos ellos requieren que las personas alcancen el consenso, manejen conflictos, estén dispuestos a cambiar sus actitudes y luego traduzcan planes y decisiones en acciones concretas.