El futuro ecológico del planeta no tiene por qué ser tan negro como lo pintan: este libro lo demuestra con datos.
En la información que recibimos sobre el futuro del planeta prima lo apocalíptico. Los titulares sensacionalistas y las noticias alarmantes sobre el calentamiento global, el cambio climático, la contaminación atmosférica, la pérdida de biodiversidad, la deforestación, la ganadería extensiva, la sobrepesca, los plásticos no biodegradables, la superpoblación...
Este libro, escrito por una científica que trabaja con datos, propone una visión radicalmente distinta y esperanzadora. Esta es una obra optimista, sí, pero no de un optimismo ingenuo, sino basado en el análisis de la información fiable de la que disponemos. Datos que dicen que se ha avanzado mucho más de lo que pudiera parecer por la senda correcta, y que hay mucho camino positivo por recorrer. No es el momento de tirar la toalla, sino de seguir luchando con grandes y pequeños gestos, algunos de ellos al alcance de la mano.