En este libro, en parte ciencia, en parte historia intelectual y en parte memorias, Whittaker combina humor, escritura y una narrativa convincente para describir cómo el olor es importante no solo para las aves sino para todos los animales, incluidos los humanos.
Whittaker describe de manera atractiva cómo la investigación emergente ha descubierto la capacidad de las aves para producir señales químicas complejas que influyen en su comportamiento, incluido dónde construyen nidos cuando buscan pelea y por qué se van volando. La elección de pareja o la selección sexual, un aspecto todavía enigmático de la vida de muchos animales, parece estar particularmente influenciada por el olfato. Los estudios pioneros de Whittaker sugieren que las señales sexys (y aterradoras) de las aves son producidas por bacterias simbióticas que fabrican aromas en el aceite que las aves acarician en sus plumas cuando se acicalan. Desde mérgulos empenachados con aroma a mandarina hasta los juncos, con olor a musgo, pájaros de todo el mundo aparecen en las historias de Whittaker, pero también examina los químicos malolientes de todo tipo de criaturas, desde iguanas y abejas hasta monos y humanos.
Permite presenciar los caminos tortuosos que puede tomar la investigación científica, especialmente las realidades desafiantes, divertidas y ocasionalmente peligrosas de la ornitología en la naturaleza