Carlo Rovelli, un físico teórico de reputada fama, usa la figura de Anaximandro como el punto de inicio para examinar el pensamiento científico, sus límites, su fuerza, y los beneficios que ha reportado a la humanidad, así como las controversias que ha tenido con la religión. Anaximandro ha sido calificado tradicionalmente como el primer científico de la historia, pues fue el primero que sugirió que el orden en el mundo estaba gobernado por causas naturales, no por causas supernaturales. Fue el maestro de Pitágoras, quien aplicó fórmulas matemáticas a los razonamientos e ideas del primero. Aquí Anaximandro es restituido al lugar que merece en la historia de la ciencia, dado que sus teorías fueron decisivas para la evolución del pensamiento científico en el mundo occidental.