Entre el mundo natural en toda su diversidad y la forma editada en que lo encontramos en la literatura, las imágenes y el museo, se encuentran las múltiples prácticas de los naturalistas para seleccionar, registrar y conservar los especímenes a partir de los cuales se reconstituirá nuestra visión del mundo. Se diseccionan, analizan y establecen los factores que pesan en cada etapa en una narrativa histórica que abarca más de cinco siglos. Durante ese periodo, todos los aspectos evolucionaron y cambiaron, a medida que el compromiso con la naturaleza pasó de una búsqueda especulativa fuertemente influenciada por la erudición clásica a una ciencia sistemática, basándose en la teoría y la tecnología avanzadas. Lejos de ser neutral objetivamente, el proceso de representación de la naturaleza se muestra lleno de restricciones y compromisos.