Propone 25 rutas para caminar por el abrupto Pirineo central. Disfrutar de la naturaleza hasta en los pequeños detalles de sus caminos, ibones, profundidades, maravillas naturales y alturas. Sin prisa y en silencio, descubrir senderos colgados sobre el vacío, por pueblos deshabitados, encontrar un lago con forma de corazón, descubrir la vida acuática en los ibones, adentrarse en una garganta fluvial y en los abismos, dormir en cabañas de pastores, ser testigos de los últimos hielos glaciares de los Pirineos y subir a alturas reservadas para los sarrios y las águilas.