Muestra las investigaciones de vanguardia de expertos mundiales sobre la botánica y la paleontología en el Mesozoico. Cada capítulo cubre un aspecto particular de un grupo de plantas - que van desde los equisetos, ginkgos, cycas... - y se refiere a las innovaciones que fueron clave en la estructura y las relaciones filogenéticas, tanto para las plantas como para los dinosaurios que se alimentaban de ellas. El libro abarca desde la Antártida y la Argentina hasta Norteamérica, con estudios sobre la reconstrucción de la vegetación del Jurásico estudiando la formación de Morrison en Colorado y de las coníferas fósiles de los yacimientos de Texas y Utah del Cretaceo.