Es una exploración de los musgos y líquenes, destacando su biología, belleza y capacidad de resistencia. Estos organismos, a menudo ignorados por no tener flores, desempeñan un papel crucial en los ecosistemas, ayudando a modelar paisajes, prevenir la erosión y capturar carbono. Elizabeth Lawson también menciona a los biólogos, artistas y escritores que reconocen su importancia, fomentando así una mayor apreciación por estos héroes silenciosos de la naturaleza.