Desde mucho antes de la existencia de las actuales estaciones meteorológicas, el hombre, especialmente el que trabajaba en el campo y en el mar, ha escrutado las variaciones que se producían en el cielo y en su entorno, intentando predecirlas y anticiparse a ellas.
Han sido, así, observadores meteorológicos motivados y constantes, han descubierto algunas pautas en las evoluciones de la atmósfera y han dejado constancia de ello en forma de refranes, que son sentencias cortas, fáciles de recordar y de transmitir por la única vía posible disponible en el momento que fueron creados, la oral. Esta obra recopila una enorme cantidad de ellos, relacionados con la meteorología, explicando sus significados, y ordenado el tema en capítulos temáticos.