Las memorias de Nancy Cowan en las que nos relata sur 30 años de convivencia cetrera con sus rapaces, que acaban ofreciendo una perspectiva singular de las relaciones entre los humanos y la naturaleza. Cowan nos comenta sus experiencias gestionando una escuela de cetrería de renombre mundial, junto con las lecciones que aprendió de sus aves esos años. Así, nos cuenta historias de distinto tipo, desde cómo recuperó una de sus rapaces gracias a la policía local, a cómo descubrió a su marido en la cama con un halcón gerifalte, a la carrera que tuvo que pegarse para salvar a unos de sus jóvenes halcones del ataque de un busardo territorial salvaje. La vida de Cowan era una aventura diaria.