Miles de limícolas se alimentan de los huevos de la cacerola de las Molucas en la bahía de Delaware. Alimentados por millones de estos huevos, los correlimos gordos migran hacia el ártico, adonde llegan tras haber completado un milagroso viaje de más de 10.000 kms comenzado en Tierra del Fuego.
La autora, Deborah Cramer, ha seguido estos correlimos a lo largo de todo ese recorrido. Nos comenta cómo la disminución de un recurso vital como los huevos de ese cangrejo en la bahía de Delaware supone un compromiso para los correlimos en su viaje hacia el ártico. No solo para eso, incluso para los humanos, ya que la sangre de ese cangrejo se usa en determinadas vacunas y compuestos médicos vitales para el hombre.
La autora nos revela la complejidad subyacente entre la biología de la cría de la cacerola de las Molucas y la migración del correlimos gordo, todo ello en relación a la importancia que tiene para el hombre y el trabajo de los ornitólogos que luchan para conservar este ecosistema.