El archipiélago japonés incluye cuatro islas principales y miles de islas más pequeñas e islotes que irían desde la latitud de Taiwán hasta el lejano oriente ruso, comprendiendo en medio multitud de hábitats distintos, desde prados alpinos y paisajes árticos en el norte a bosques subtropicales en el sur.
Esta diversidad de ambientes permite que haya una gran cantidad de especies de aves, algunas de las más desconocidas de toda Asia. Desde el Pigargo gigante (Haliaeetus pelagicus) Búho manchú (Bubo blakistoni) en Hokkaido, pasando por algunas de las aves marinas más escasas del planeta, como el Albatros Colicorto (Phoebastria albatrus) y la Pardela de Bryan (Puffinus bryani), por grandes concentraciones de grullas en invierno, y excitantes endémicos como el Arrendajo de Lidth (Garrulus lidthi), la Chocha de Amami (Scolopax mira), o el Rascón de Okinawa (Hypotaenidia okinawae) de las islas meridionales; y de un conjunto de visitantes estivales que van desde la espectacular Pita ninfa (Pitta nympha) hasta el enigmático Mosquitero de Ijima (Phylloscopus ijimae).