Las plantas tienen una inmunidad natural que les permite resistir enfermedades y ataques de parásitos en su entorno. La invención y luego el desarrollo de la agricultura, sin embargo, crearon entornos muy favorables para la aparición de nuevas enfermedades y el desarrollo de epidemias. Esta vulnerabilidad para la salud se acentuó luego con la intensificación agrícola, a partir de la década de 1950, de modo que el uso generalizado de plaguicidas sintéticos se convirtió en un pilar fundamental de la producción.
Este modelo está ahora cuestionado y el desarrollo de la protección agroecológica de cultivos se está convirtiendo en una necesidad. Comprender cómo funciona la inmunidad de las plantas y descifrar su arsenal de defensa contra los ataques de parásitos es esencial para producir variedades resistentes y reducir la dependencia de la agricultura de la protección química. Pero hay que tener en cuenta la tremenda adaptabilidad de las poblaciones patógenas, lo que ha llevado a los investigadores a imaginar estrategias complejas para mantener la resistencia de las variedades cultivadas de forma eficaz.
Los genes que confieren resistencia a las plantas comienzan a verse como un bien común que debe preservarse. Este libro explica los conceptos fundamentales y se basa en estudios de casos para proporcionar una síntesis muy completa del trabajo en biología, modelización y ciencias sociales sobre qué es la inmunidad vegetal y cómo podría contribuir a una agricultura respetuosa con el medio ambiente.