La física esconde las respuestas a muchas de las preguntas que todo el que ha dedicado tiempo a la observación de las aves se hace: ¿por qué algunas plumas tienen un tono iridiscente? ¿Cómo logra un colibrí sostenerse en el aire? ¿Cuál es el funcionamiento de unos prismáticos? ¿Cómo es posible que un ser tan pequeño tenga un canto tan potente? ¿Y qué significa eso de que los pájaros perciben y se orientan gracias al campo magnético de la Tierra?
Este libro huye de lo superfluo y apuesta por el uso de tecnicismos para ofrecer explicaciones completas y específicas a estas y más cuestiones, que además acompaña de diagramas y esquemas.