Obra publicada originalmente en 1981. Basada sobre todo en información derivada de la paleontología, zoología, y colecciones arqueológicas de unos 30 museos norteamericanos. Los resultados esqueléticos y cronológicos fueron testados mediante la mejor geocronología disponible en aquel momento, para interpretar cómo se adaptaron las distintas especies de bisonte a los diferentes medios que surgieron durante un millón de años en Norteamérica.