No se pueden negar las evidencias que el clima británico está cambiando, y la fauna que allá vive, con él. Los inviernos más cálidos y húmedos, combinados con veranos más largos, han beneficiado a algunas plantas, como la rara Lady Orchid y a toda una gama de insectos que incluyen mariposas, grillos y libélulas. Muchas especies están moviendo sus límites de distribución más al norte, mientras que las flores y las mariposas que emergen en primavera están adelantando sus fechas año tras año. Pero no todas son buenas noticias. Las plantas alpinas y las aves marinas, especialmente las gaviotas tridáctilas, están sufriendo disminuciones a medida que nuestro clima se calienta.
Gran Bretaña tiene la historia más larga de registros de fauna en cualquier parte del mundo, por lo que se hallan en una posición privilegiada para estudiar cómo el clima está influyendo en la flora y fauna durante décadas y, en algunos casos, siglos. En este último volumen de la British Wildlife Collection, Trevor Beebee examina la historia hasta el momento de nuestra especie y sus ecosistemas, y considera cómo pueden responder en el futuro. Para los conservacionistas, hacer frente a la pérdida de hábitat y la disminución de las especies asociadas ha demostrado ser lo suficientemente desafiante en el pasado; ahora también debemos considerar formas de enfrentar las presiones adicionales que vienen con el cambio climático.