Criaturas tan diferentes como saltamones o escorpiones, topos o elefantes, tienen en común un canal de comunicación que ha pasado desapercibido a la ciencia tradicional: la comunicación con señales transmitidas como vibraciones a través del substrato sólido.
Tal y como Hill explica, a principios de los años 70 se empezaron a utilizar aparatos de audición especiales para poder grabar e interpretar señales vibratorias, que pueden pasar por la torrida savana o por la base de una planta, para encontrar pareja o para ser interceptadas por un depredador en busqueda de una presa. Las señales vibratorias son un medio antiguo de comunicación, su uso extendido a vertebrados e invertebrados. En este libro la autora presenta la ciencia emergente del estudio de vibraciones como medio de comunicación, con estudios de campo y experimentos en laboratorios, que ayudan a responder a preguntas como qué adaptaciones necesitan los animales para enviar y recibir estas señales, cómo las utilizan en contextos diferentes, y cómo ha evolucionado la comunicación por vibración.