El biólogo Nathan H. Lents sostiene que las mismas fuerzas antagónicas de la evolución que son el comportamiento de la cooperación y su opuesto, el de la competencia, han dado forma a los seres humanos y a los animales. Idénticos impulsos emocionales e instintivos gobiernan nuestras acciones. Al reconocer esta programación compartida, la experiencia humana ya no parece ser tan única, pero ello nos puede permitir obtener una comprensión más completa de fenómenos tales como la rivalidad entre hermanos o la base biológica de la pena. Ese enfoque nos puede ayudar a establecer una categoría moral entre los animales, nuestros parientes más cercanos. A través de una combinación de informes e investigaciones científicas rigurosas, Lents describe los avances científicos que han hecho interesantes la descodificación de la conducta animal y comprender mejor los caminos evolutivos que han compartidos el homber y los animales. Usa información que proviene de campos como la psicología, la biología evolutiva, las ciencias cognitivas, la antropología, y la etología. Acaba por concluir que las diferencias entre animales y humanos son sólo de grado, no de tipo.