Escrito con su habitual tono entre humorístico e irónico, Stephen Jay Gould consigue tocar un gran abanico de temas de ciencia, sobre todo los relacionados con la teoría de la selección natural de Darwin, de una forma amena y divertida, estimulando a todo tipo de lectores a saber más sobre las ciencias naturales. Cubre episodios tan diversos como el nacimiento de la paleontología a las lecciones que han perdurado de los grandes naturalistas ingleses de la era victoriana. Engarza de manera magistral temas en principio dispares, como muestra que sea capaz de relacionar la muerte de la industria textil en Nueva York con la teoría de la selección natural de Darwin, o la venta de fósiles falsos en Marruecos con un caso de fraude paleontológico que pasó en el siglo XVIII.