Mientras trabajaba en un zoológico con un grupo de chimpancés cautivos que viven en una isla, Andrew Halloran fue testigo de un evento que le causaría una obsesión: cómo los chimpancés comunican información compleja e ideas entre sí. Olvidó por descuido de asegurar su bote, viendo cómo se acercó flotando hasta la isla, donde los cinco miembros del grupo de chimpancés lo abrodaron en silencio. Se sentaron en dos hileras perfectas, con Higgy, su macho alfa, en el fondo, impulsando y dirigiendo el barco hasta la orilla. Este evento concreto sugiere que debió ser previamente planeado y comunicado entre ellos. Desde entonces, Andrew ha estudiado la comunicación en los primates. Encontró que los chimpancés utilizan un conjunto de vocalizaciones tan complejo como el lenguaje humano.
En esta obra traza las historias individuales de estos cinco chimpancés y examina cómo sus historias desembocó en el léxico del grupo. El libro también detalla la historia de los científicos que intentan entrenar a los monos en el uso de la gramática y el lenguaje humano. En última instancia este fascinante relato muestra que mientras los laboratorios tratan en vano de producir un chimpancé parlante, hay un léxico vivo que se transmite a través de las generaciones de cada grupo de chimpancés en estado salvaje.