Las señales de los animales se encuentran entre las estructuras más conspicuas y misteriosas de la naturaleza. Los animales emplean estructuras sexuales especializadas, como los cuernos, o estructuras morfológicas generalizadas, como por ejemplo la cabeza, para comunicarse con otros individuos de la misma especie, de otras especies, o incluso con los depredadores. La diversidad de señales de los animales han sido ampliamente documentadas, y la generalidad de señales existentes sugieren que hay mecanismos comunes que han sido seleccionados por su origen.
Esta obra delinea los procesos envueltos en la comunicación animal a través de señales químicas, visuales, o auditivas, y las maneras en que los animales han desarrollado muchas estructuras fascinantes para mejorar este proceso. Las señales a menudo parecen transmitir información sobre importantes habilidades funcionales. Esta obra aborda el estudio de estas señales de una forma integrada.