Las plantas fueron usadas por vez primera en una exposición artística en 1936 en el MOMA de Nueva York. Desde entonces se han usado estos y otros tipos de organismos, desde animales a plantas o microorganismos. En este libro el autor, George Gessert, examina el papel que la percepción estética ha tenido en el bio-arte.
A pesar de que el uso de formas de vida en exposiciones artísticas es relativamente reciente, se asume que el papel que han tenido los seres vivos en el placer estético de los humanos probablemente viene desde un origen remoto. El autor conecta las primeras intervenciones estéticas en las que se usaron plantas con los estándares actuales promovidos desde diversos ángulos, tanto mediante el uso de plantas ornamentales como de otro tipo de organismos. Examina asimismo cuestiones filosóficas relacionadas con el uso de las plantas en actividades artísticas. El autor, un artista, trabaja especialmente sobre la relación entre arte y genética.