Obra colectiva en la que han participado 18 especialistas de diferentes disciplinas científicas y que analiza a fondo la responsabilidad de los usos agrarios en la destrucción de la cubierta vegetal, la pérdida de suelo fértil y, en definitiva, los procesos de desertización. Hace hincapié en la gestión del agua para riego y en la importancia de conservar la vegetación espontánea.