La receta básica para preparar el jardín para atraer a la vida silvestre, sea cual sea su tamaño, es recrear los principales ambientes seminaturales: árboles y arbustos que estructuran el espacio, en forma de seto, arboleda., Arbusto, bordeando un área de prado que crea un efecto de borde, complementado con elementos más periféricos pero importantes para diversificar esta fauna, como un estanque, un barbecho, macizos de flores nectaríferas, un muro de piedra seca o un montón de piedras, etc. y por arreglos más artificiales como cajas nido y varios refugios.
Basándose en su larga experiencia en jardinería natural, los autores enfatizan las medidas que son realmente útiles, al tiempo que señalan aquellas que, a veces reproducidas de libro en libro sin cuestionamientos reales, lo son menos.