La obra recoge un total de 272 especies de invertebrados que se encuentran amenazadas y establece tanto la localización geográfica en el territorio español como el estado de conservación de cada una de ellas en función de las categorías de "peligro, peligro crítico, vulnerable y, en algún caso, extintas".
Para confeccionar este catálogo los expertos propusieron inicialmente especies que podían ser incluidas en él y a continuación se seleccionaron o no según los criterios que marca la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) para considerar amenazado a un ser vivo. El libro incluye insectos, como "algunos abejorros que son buenos polinizadores y que tienen graves amenazas" y mariposas o libélulas, así como crustáceos, entre ellos "un cangrejo de río autóctono de España y una especie que sólo se encuentra en el Ullal de Cabanes de Castellón".