Los científicos han estado intentando demostrar la existencia de las ondas gravitacionales durante 50 años. Entonces, en septiembre de 2015, sucedió un evento histórico: la primera detección de esas ondas por parte de un astrónomo. En esta obra, Harry Collins, que ha estado persiguiendo ese hallazgo durante 43 años, y que ha escrito tres libros previos sobre la materia, ofrece una fascinante explicación de uno de los descubrimientos científicos más notables en la historia de la ciencia.
Predecidas por Einstein en su teoría general de la relatividad, las ondas gravitacionales cargan la energía que se libera después de las colisiones o explosiones de las estrellas. Ha sido solo ahora, después que se hayan fabricado los detectores más sofisticados y sensibles, que se ha podido demostrar la predicción de Einstein. Collins nos explica toda esta historia en esta apasionante monografía.