Tres años después de la conclusión de su trilogía (On This Earth, A Shadow Falls, Across the Ravaged Land), Nick Brandt vuelve a África Oriental para fotografiar los crecientes cambios que está sufriendo el mundo natural del continente africano. En una serie de panorámicas épicas, Brandt registra el impacto del hombre en lugares utilizados por los animales pero que hoy día ya no lo hacen. En cada lugar, Brandt erige un panel de tamaño natural de una de sus fotografías de retrato animal. Las personas dentro de las fotografías son ajenas a la presencia de los paneles y de los animales que aparecen en ellos, que ahora no son más que fantasmas en el paisaje. Algunos de los animales en los paneles parecen estar mirando en estos paisajes destruidos con tristeza, como lamentando la pérdida de un mundo que una vez habitaron. También incluye láminas de los retratos originales de los animales que se presentan en los paneles de tamaño natural, el único retrato emocional para los animales por lo que es reconocido Brandt. Además hay dos ensayos escritos por el artista: un texto sobre la crisis que enfrenta la conservación del mundo natural en el este de África, y las descripciones detrás de las escenas del proceso de producción elaborado por Brandt, con el acompañamiento de fotografías documentales.