La poeta Aimee Nezhukumatathil sorprende con una colección de ensayos sobre el mundo natural donde revela cómo los animales y las plantas pueden ensenyar e inspirar.
De niña, Aimee vivió en distintos lugares: Kansas, Arizona, Nueva York, Ohio... Pero, por mucho que le costara encajar o por muy amenazante que fuese el entorno, tuvo siempre como guías a las criaturas que pueblan el planeta. En este libro aborda una treintena de seres naturales. El ajolote, por ejemplo, enseña a sonreír a pesar del dolor; la nometoques ayuda a librarse de proposiciones indeseadas, mientras que el narval muestra que es posible sobrevivir en ambientes hostiles. Incluso en lo extraño y lo desagradable, Aimee encuentra belleza y afinidad.