La observación de aves en Gran Bretaña se ha vuelto cada vez más dependiente de la quema de combustibles fósiles. Desplazarse a largas distancias regularmente para llegar a los puntos de observación de aves y volar con frecuencia para ver especies exóticas se considera perfectamente normal. Sin embargo, frente a la crisis climática, un número creciente de observadores de aves está reevaluando la forma en que disfrutan y estudian las aves.
En este libro, 30 colaboradores, desde jóvenes observadores de aves hasta ornitólogos profesionales, explican por qué y cómo están cambiando a enfoques más sostenibles con el cambio climático. La observación de aves con bajas emisiones de carbono, argumentan, es una forma legítima y valiosa de disfrutar de las aves. Además, en sí mismo, esto puede traer muchas alegrías, algunas de ellas inesperadas.
Desde los primeros encuentros con pinzones hasta centrarse en el canto de los pájaros, desde el Kalahari hasta las Hébridas, las historias que se cuentan aquí no tratan sobre esfuerzos heroicos para salvar el planeta. Son simplemente relatos de la humanidad cotidiana en tiempos sin precedentes: personas comunes con dudas e inquietudes sobre cómo vivir su vida y actuar de manera responsable en un mundo que se calienta rápidamente.