Tierra de grandes constrastes, donde el empeño de las gentes parece no tener límite para superar las adversidades. Es un territorio extenso en el que tienen cabida sierras y llanos, ríos y pedregales, vergeles y desiertos, bosques y páramos. Su natural generosidad es tal, que en el Bajo Aragón todas las búsquedas tienen garantizada la recompensa del hallazgo.