En 1804 Georges Cuvier se hallaba en el Museo Nacional de Historia Natural de París, con un enorme molar en sus manos. Se trataba del molar de un mastodonte encontrado en la región francesa de Gers. Sería necesarios, sin embargo, prácticamente un siglo de pesquisas para que el animal pudiera ser reconstruido, con motivo de la Exposición Universal de 1900.
Esta obra nos narra las investigaciones y sucesos que se llevaron a cabo para resolver este misterio.