Rolf Blancke incluye todos los frutos de especies comunes y las variedades de muchas especies menos conocidas de árboles frutales tropicales. Algunas de estas especies raras siempre serán de poca importancia porque necesitan un sabor adquirido para disfrutarlas, tienen poca pulpa y demasiadas semillas, o son difíciles de empaquetar y enviar. Blancke destaca algunos frutos: la araza (Eugenia stipitata) y la nutritiva palma de durazno (Bactris gasipaes) de las tierras bajas del Amazonas, la aceituna de Brunei (Canarium odontophyllum) de Indonesia y la sabrosa (Annona muricata) de Centroamérica. Las remarca por su potencial comercial en un futuro próximo.