Las plantas no tendrían nombres si no existiera el hombre. Fue a través de la multiplicación de descubrimientos y expediciones distantes, que los doctores, los naturalistas y los botánicos, curiosos por la naturaleza, sintieron la necesidad de nombrar las plantas para luego clasificarlas mejor y estudiarlas. Carl von Linné, botánico sueco, fue el primero en aclarar la clasificación del reino vegetal al implementar la nomenclatura binomial. Este libro presenta 541 plantas de sus nombres comunes y latinos, y ofrece la traducción para revelar las sutilezas detrás de cada una de ellas. Reuniendo plantas silvestres junto a las que llenan los jardines de Francia y otros lugares, descubriremos que los nombres de las plantas a veces se refieren a sus descubridores, sus países y regiones, su forma u olor, sus virtudes medicinales o culinarias o a historias y leyendas sorprendentes.
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