Las relaciones entre las plantas y los hombres en la Edad Media eran complejas y el jardín medieval respondía a múltiples funciones. Este libro nos introduce en la etnobotánica, en la cocina, la agricultura, farmacia y medicina, e incluso la magia.
Con un inventario de más de 200 especies utilizadas en esa época, podemos descubrir el consumo alimentario de las plantas y las frutas de la huerta, revelando las prácticas culinarias de la Edad Media.
Este libro ayudará a los contemporáneos a reconstruir, con el espíritu medieval, un jardín en los alrededores de los castillos e iglesias, a restaurar los claustros o simplemente los antiguos presbiterios, evitando los anacronismos obvios.