Contiene ilustraciones de las ramas fructíferas de 381 árboles sudafricanos. La razón detrás de ilustrar los frutos de los árboles es que, como a muchos amantes de los árboles, a Trevor le resultaba difícil identificar muchas especies de árboles a partir de sus hojas, ya que son las más variables de todas las partes de la planta. Los frutos, al igual que las flores, tienen formas y tamaños mucho más estables y, a diferencia de las flores, son más fáciles de identificar macroscópicamente. Este libro, representa la culminación de unos 40 años de trabajo del autor.