Cuenta la fascinante historia de la pardela endémica de Hutton en Nueva Zelanda, una especie que se reproduce solo en dos lugares remotos, en lo alto de las montañas Kaikoura. El ornitólogo aficionado Geoff Harrow es la persona más estrechamente asociada con la historia de las pardelas de Hutton, ya que fue Geoff quien descubrió los dos sitios de nidificación que quedaban en los años sesenta. Durante cinco décadas visitó las montañas siempre que pudo para observar y registrar las aves, y para alentar al departamento de conservación y sus predecesores a tomar medidas para conservar esta especie en peligro de extinción.
Como resultado, el científico Richard Cuthbert pasaría tres años viviendo con 200,000 pardelas de Hutton, estudiando su comportamiento, observando sus interacciones, midiendo y registrando hechos y cifras para construir una imagen detallada de por qué y cómo habían conseguido sobrevivir estas aves allá. Los descubrimientos a lo largo del tiempo de Richard y sus compañeros de trabajo dieron un giro radical al conocimiento de la especie, revelando datos importantes sobre los depredadores que actuaban en las colonias.