El autor Maurice Maeterlinck nació en Gante, Bélgica, en 1862 y murió en Niza, Francia, en 1949. Abogado que no ejerció, su vocación literaria se reveló en numerosas obras de poesía, de pensamiento y de teatro. En este libro aborda un ensayo filosófico sobre un tema de la naturaleza. Al iniciar la obra afirma que no tiene intención de escribir un tratado de apicultura o cría de abejas. Tampoco una monografía científica, sólo trata La vida de las abejas estudiadas por el poeta con ciencia y paciencia de entomólogo y con exactitud e ingenio. El escritor observa la vida dentro y fuera de la colmena, y estudia sus querencias, observa sus caminos y tiene en cuenta sus misterios. La vida de ese reino del enjambre está siempre presidida por una reina que Maeterlinck estudia con respeto y cortesía: sus costumbres, su trato a las abejas, su custodia fiel por obreras y soldados, su lujo, sus preeminencias tiránicas, sus vuelos nupciales y hasta su muerte están descritos con meticulosidad y criterio singulares. Nos muestra secretos sorprendentes de ese mundo regulado y perfecto, y logra que la lectura sea dramática y hasta dantesca, al mismo tiempo que comprensible. La vida de estas "criaturas casi humanas poseídas por el sentimiento del deber" nos es mostrada en toda su complejidad a través de este estudio filosófico y personal.
La obra fue escrita en 1901 y ha sido publicada en numerosas ocasiones, estando hoy en día muy vigente este clásico de la literatura.
Curiosamente la cubierta del libro no presenta una abeja sinó un sírfido. Los sírfidos (Syrphidae) son una familia de dípteros braquíceros cuyos adultos liban el néctar de las flores adoptando el aspecto de himenópteros como las abejas y las avispas, con las que se confunden fácilmente.