Ilustrado magníficamente, presenta la larga historia de los gabinetes de curiosidades, donde se acumulaban objetos raros, inusuales o exóticos, tanto los fabricados por el hombre como los naturales, que se mostraban en cajas decorativas o en habitaciones. El caso más antiguo documentado, de finales del siglo XV en Italia, era una colección de libros junto con especímenes botánicos y zoológicos, donde se incluía un cocodrilo disecado. Este tipo de colecciones han incluído también instrumentos textiles, científicos y musicales, objetos etnográficos, autómatas, pinturas, y especímenes momificados. La fascinación por el coleccionismo de este tipo de colecciones, de una manera algo artística, ha continuado a lo largo de siglos. Esta obra reúnes imágenes de muchas de estas colecciones, siendo el principal atractivo de la obra.