Desde los invertebrados más pequeños a los vertebrados más complejos, los animales en general se enfrentan, en cada momento, a la demanda de tener que tomar decisiones inmediatas. Ello implica que están sujetos a procesos de aprendizaje ante cada uno de los estímulos (huir, comer, vigilar, etc...) que se les presentan ante las distintas presiones ambientales. La inteligencia puede, por tanto, ayudar a los animales a usar los recursos aprendidos a partir de las experiencias particulares que hayan vivido. Esta monografía reune información y conclusiones a las que se han llegado entre diferentes disciplinas (etología, ecología del comportamiento, psicología comparada), para ayudar al lector a introducirse en el mundo de la inteligencia animal y lo que se conoce hasta el presente.