Las Grandes Llanuras de América poseían uno de los más grandes espectáculos de vida silvestre del mundo, igualados sólo por lugares como el Serengeti, el Masai Mara o el veld de Sudáfrica. Berrendos, lobos, bisontes, coyotes, caballos salvajes y osos pardos: hace menos de doscientos años estas criaturas existían en tal abundancia que John James Audubon escribió "es imposible describir o incluso concebir a las multitudes de estos animales".
En una obra que es a la vez una evocación lírica de ese esplendor perdido y una detallada historia natural de estas especies carismáticas de las grandes llanuras históricas. El veterano naturalista Dan Flores dibuja un vívido retrato de cada uno de estos animales, y nos explica la terrible historia de lo que les sucedió a manos de los cazadores y rancheros y, en última instancia, un programa federal de asesinatos en los siglos XIX y XX. Las Grandes Llanuras con su fauna intacta deslumbraron tanto a los estadounidenses como a los europeos, provocando numerosos homenajes literarios. El Serengeti americano toma su lugar junto a estas obras de celebración, mostrándonos los pastores y depredadores de las llanuras contra las vastas distancias opalescentes, las montañas azules brillando en el horizonte, las grandes extensiones ondulantes de pastizales amarillentos. Lejos del vacío de los últimos tiempos, este paisaje está vivo con una ecología compleja de por lo menos 20.000 años de antigüedad, un patrimonio continental cuyas maravillas no se han perdido por completo, ya que los esfuerzos recientes sostienen la esperanza de una restauración parcial de estas especies históricas.