Cada segundo sábado de mayo celebramos el Día Mundial de las Aves Migratorias, un día donde reivindicamos la importancia de estas aves y las rutas que las llevan de nuevo a sus puntos de cría.
Y es que la importancia de las migraciones a través de continentes y océanos va más allá de conectar las diferentes regiones del planeta y mantener la diversidad biológica, también es y ha sido una fuente de inspiración para los científicos, los artistas y los naturalistas. Un buen ejemplo es el gran surtido literario del cual son protagonistas: desde libros de carácter más científico que recogen los últimos descubrimientos, pasando por ensayos y novelas donde se elogian estos viajes kilométricos hasta libros infantiles que ya hablan de este fenómeno a los pequeños amantes de la natura.
La campaña del Día Mundial de las Aves Migratorias de este año se centra en el tema del agua y su importancia para las aves migratorias.
La gran mayoría de las aves migratorias dependen de los ecosistemas acuáticos durante su ciclo vital. Las zonas húmedas del interior y la costa, los ríos, los lagos, los riachuelos, los humedales y los estaños son vitales para alimentarse, beber o nidificar, y también como lugares para descansar y reposar durante sus largos viajes. Desgraciadamente, pero, los ecosistemas acuáticos están cada vez más amenazados en todo el mundo y también lo son las aves migratorias que dependen.