Cada vez hay más ecólogos y biólogos de la conservación que han comenzado a explorar el uso de drones para la obtención de datos detallados y rigurosos de la distribución y densidad de especies, así como sobre los peligros que afrontan sus hábitats. Los drones son vehículos de bajo coste, autónomos, y fáciles de manejar, que pueden ser usados para hacer seguimientos y mapeos de hábitats y biodiversidad. Se están convirtiendo de manera muy rápida en un complemento muy importante de los seguimientos hechos desde el terreno a pie.
Los autores han sido pioneros en el uso de esta tecnología para seguir orangutanes en el sureste asiático.