Cuando era niña, la joven de Kenia Jess de Boer supo que un día salvaría el mundo. Dejando atrás las comodidades de casa, se dispuso a realizar su sueño. Después de viajar por muchos continentes y unas cuantas aventuras después, Jess regresó a Africa para dedicarse a su nueva pasión, la apicultura.
Ilustrado con simpáticos dibujos a color, de estilo similar a un cómic, una narración amena nos enseña la importancia de los desafíos ambientales a los que se han de enfrentar en Africa.