Ya sean aves de paso o habituales de huertos y jardines, siempre serán muy útiles además de aportar biodiversidad, vida y belleza. Comerán insectos y orugas perjudiciales... ayudarán a crear un equilibrio. Herrerillos, currucas, mosquiteros, colirrojos, abubillas, ruiseñores, chochines, petirrojos... Muchas amenazadas por los plaguicidas y por la destrucción de su hábitat. Con los experimentados consejos del autor sobre setos y árboles juiciosamente elegidos, y si fuera necesario con nidos bien situados (incluye planos), este libro ayuda a acoger las aves para que con su canto y su actividad ayuden a mantener el lugar en armonía.