La naturaleza se muestra con muchas caras, en forma de colores, texturas, sonidos, olores, sensaciones... Es estudiada por los especialistas y la disfrutan sus amantes. Pero es importante remarcar que muchas personas, en esta sociedad urbana, la idealiza, la viven como una realidad virtual, como a través de sus videojuegos, sin considerar que la naturaleza tiene dos caras, una de ellas cruda.
El rayo, el hielo, la lluvia, el calor, el alud, el fuego, un tornado, una sima...
Disfrutarla es sencillo. Estudiarla, no tanto, por que no solo hay que interpretar los rastros del clima o la geomorfología, la historia también juega un papel importante, pues miles de años de presencia humana han modelado el paisaje y han dejado muchos rastros.
Este sencillo libro quiere mostrar aspectos de la naturaleza que a menudo se olvidan y que no son muy conocidos, pero interpretar el paisaje, aparte de fascinante, es indispensable en muchas ocasiones para comprender aspectos particulares sobre estudios de fauna y flora.