Provocativo ensayo de Roger Penrose, que cree que los físicos que trabajan en los extremos científicos de la física se hallan más susceptibles de creer en fantasías que el resto de colegas que trabajan en temas más tradicionales. Critica esta posibilidad sobre todo en los físicos que investigan en teoría de cuerdas, mecánica cuántica y cosmología. Penrose critica que la naturaleza mediática de una teoría puede enmascarar su verdadera plausabilidad desde un punto de vista estrictamente científico. Penrose sugiere que algunas explicaciones que se han formulado recientemente acerca del origen del Universo se hallan más cerca de lo último que de un cuerpo teórico convincente.