Estos ensayos, ordenados como capítulos de un peculiar bestiario sin quimeras, rinden emocionado homenaje al mundo natural y al mismo tiempo a la palabra. De las cosas no naturales de la vida, la poeta Ida Vitale (Montevideo, 1923) borraría los teléfonos celulares y las aventuras en el espacio. En cambio, celebra a quienes la acostumbraron a reconocer algunas especies naturales y a contrariar los hábitos miméticos de otras.