La costa es un territorio muy peculiar ya que es el espacio de encuentro entre el océano y la tierra firme. Es un medio en continuo cambio en el que las fuerzas marinas trabajan sin cesar para arrebatar a la tierra firme una porción de terreno. El nivel del océano oscila con la marea por lo que la orilla del mar unas veces está bajo el agua, y otras a merced de los rayos solares o la lluvia. El viento se mueve libre sobre la superficie marina hasta toparse con la costa y ascender por sus acantilados. Al soplar, levanta olas que revientan sin cesar y hacen surgir nubes marinas que inundan de salitre el paisaje costero.