En la misma dirección que su investigación fotográfica sobre la Tierra y tras su fascinante trabajo sobre los volcanes activos del planeta y los glaciares de Groenlandia, el fotógrafo Philippe Bourseiller se ha apasionado por las mágicas luces del Sáhara, su espacio mineral y los hombres que viven en él. Durante cuatro años, ha recorrido el conjunto de estos grandes espacios para realizar un trabajo global sobre este desierto, el más grande del mundo, que comparten diez países.