Este libro trata de los detalles del juicio de Galileo Galilei ante el Santo Oficio de la Inquisición en 1633. Este hecho constituye uno de los momentos más dramáticos de los conflictos entre ciencia y religión. Teniendo en cuenta además que Galileo era un ferviente creyente y que era considerado y venerado en Italia como un gran científico, todo el proceso en que se vió inmerso fue muy doloroso.
En este libro, basado en un profundo conocimiento de Italia y de la tradición renacentista y barroca, el autor explica aparentes paradojas de ese momento histórico en el más amplio contexto cultural que representan a Galileo como un excepcional científico y humanista.